A veces nos dejamos llevar únicamente por las apariencias y lo importante queda en segundo plano o se le anula.
Sucede que tenemos que aprender a valorar bien, para que lo relevante, lo sea realmente y aparezca como tal. Si lo accesorio triunfa sobre lo principal, estamos mal.
Hay productos en los que su apariencia llama más la atención que la función o las funciones mismas. Pocas personas compran algo bonito si no cumple lo que ofrece y es así que la publicidad debe estructurar su comunicación para atraer y explicar. Estas dos son condiciones necesarias de toda pieza publicitaria y cumplen la doble función que la publicidad creo que tiene. No bastará con un aviso o comercial atractivo si estos no ejercen bien su función explicativa. Me parece que los avisos atractivos pero sin contenido, son como las chicas o los muchachos que “están muy bien”, pero solo tiene “afuera”.
Preocupémonos por eso que a veces parece complicado, pero en el fondo es lo que le interesa al consumidor. Nuestro trabajo es hacer fácil lo que parece difícil. Lo “bonito” se comunica solo.
Manolo Echegaray.
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