En publicidad todo es cambio y sin embargo, los pilares se mantienen firmes desde siempre. Es que la esencia de la publicidad, que es la comunicación, no ha variado.
Cambian los medios, los modos y las maneras. La fotografía y la computadora casi han desterrado al dibujo a mano. Hoy Internet, sus Webs y redes sociales configuran nuevos escenarios. Se hacen eventos publicitarios usando efectos que antes eran impensables y en general el lenguaje ha cambiado: el escrito y el de las imágenes.
Lo único que no ha cambiado es la necesidad de cambiar, avanzando y lo dicho: la esencia de la comunicación.
Siempre habrá alguien que diga algo y otros que lo escuchen. El que habla tratará de convencer usando antiguos métodos de seducción. El que escucha o ve, se dejará convencer si los argumentos son válidos.
La comunicación publicitaria se mantiene inmutable, navegando en un mar de procelosos cambios.
Es lo bueno: saber que hay que decir la verdad, encontrando la mejor manera de hacerlo.
Son viejas compañeras de ruta la comunicación y la publicidad. Cada una sabe lo que la otra requiere.
Manolo Echegaray.
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