Hay una zona por la que a diario circulamos y creemos conocer. En realidad, sabemos lo indispensable para no perdernos, pero apenas nos adentramos un poco encontramos que lo desconocido es mayor que lo que sabemos. A diario encendemos nuestra computadora y en instantes tenemos el mundo, el pasado, el presente y el futuro en la punta de los dedos. Nunca como hasta ahora había sucedido esto ni había sido tan común que pasa desapercibido.
Demás está decir que me estoy refiriendo, nuevamente, a esa maravilla que significa la Web. A esa maravilla a la que no llegamos a advertir plenamente, porque forma parte indesligable de nuestras vidas. Porque es tan lógico buscar allí respuestas y encontrar novedades que hacerlo es automático.
Hay una zona por la que a diario circulamos y creemos conocer. En realidad, sabemos lo indispensable para no perdernos, pero apenas nos adentramos un poco encontramos que lo desconocido es mayor que lo que sabemos. A diario encendemos nuestra computadora y en instantes tenemos el mundo, el pasado, el presente y el futuro en la punta de los dedos. Nunca como hasta ahora había sucedido esto ni había sido tan común que pasa desapercibido.
Demás está decir que me estoy refiriendo, nuevamente, a esa maravilla que significa la Web. A esa maravilla a la que no llegamos a advertir plenamente, porque forma parte indesligable de nuestras vidas. Porque es tan lógico buscar allí respuestas y encontrar novedades que hacerlo es automático.
Lo que debemos hacer los publicistas es reconocer el valor que tiene algo tan usual para el hombre. Algo que el consumidor (y todos lo somos) siente como parte de sí. Parte que a veces se convierte en vital (y si no, veamos los millones que no pueden vivir sin un celular que los interconecta y que cada día que pasa es más “smart” y ofrece más posibilidades). Son posibilidades que abren a la comunicación publicitaria un nuevo mundo.
Tenemos que adecuarnos a este medio que es cambiante y distinto de lo existente. La comunicación no va a moverse. Cambiará el modo de hacerlo y es algo que debemos probar y estudiar todo el tiempo. Debemos ensayar y no tener temor a hacerlo. Así como se idearon avisos diferentes y llamativos para prensa y en los spots de radio y de televisión exploramos caminos, así tenemos que actuar.
No consideremos a la Web como un repositorio de comunicados ni un lugar para poner comerciales de TV.
Respetemos su personalidad, que es múltiple y preparemos material que funcione. De otro modo no solo estaremos usando mal un medio importantísimo, sino que la publicidad toda sufrirá.
Manolo Echegaray.
12.1.2015.
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