No sé si te has puesto a pensar cómo influye esta profesión de publicitario en las personas. Como influencia lo que tú haces o harás para “ganarte la vida”.
Se dice que el aire que respiramos está compuesto por un poco de oxígeno y un mucho de publicidad: que el 99% corresponde a ella. Es una exageración, sin duda, pero habla sobre la importancia tan grande de la publicidad. Esa profesión que estudias o que empiezas ahora a ejercer.
A donde miremos, la publicidad es una presencia. En los lugares más insospechados y en los momentos menos pensados, la publicidad hace su aparición. Y piénsalo: tú estás ahí. Formas parte de algo que está en todas partes y que tiene un poder de persuasión muy grande; tan grande que nada, sin la adecuada publicidad, parece funcionar.
Y además eres un protagonista, porque a muchísimas personas la publicidad “les sucede”: tú haces que suceda. Tienes en tus manos la capacidad de convencer y pones no solo tu inteligencia y estudios para lograrlo, sino el entusiasmo, que es tan importante.
Cuando poco a poco, con el tiempo, te des cuenta cabal del poder que tienes y manejas, encontrarás que hacer publicidad implica una responsabilidad muy grande.
No es este un sermón, sino las reflexiones de alguien que ha pasado su vida haciendo publicidad y también enseñándola a gente que como tú tiene la avidez del que empieza. Pequeñas reflexiones alrededor de algo que he ido descubriendo con el pasar del tiempo y que podría resumir en la frase “la responsabilidad de influir en los otros”.
Piensa que tu publicidad hará que la señora compre el aceite “X” y el detergente “Y”, que se usen más ciertas marcas de auto o que a la gripe se la ataque con las pastillas “Z”.
Piensa que ellos van a hacerlo por recomendación tuya. Que estarás influyendo en muchas decisiones y eso te compromete. Piénsalo: lo que hagas tendrá efectos.
ESO es lo que se espera de ti. Es “bacán”, pero te compromete.
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