No hay nada como conocer algo de primera mano, no que lo cuenten, sino escucharlo o verlo personalmente.
Cuando se trata de información que uno va a utilizar en un comercial, por ejemplo, es de suma importancia, porque nada sustituye a lo visto y oído. Por eso es importante asistir a los focus groups, que son una verdadera fuente de información para el creativo que sabe observar.
Es cierto que son un laboratorio y no se está en la calle, en contacto con lo que está sucediendo. Pero como toda acción de laboratorio bien hecha, selecciona y comprueba. Podemos orientar nuestras preguntas para saber más.
Va a depender, es cierto de la calidad y rigurosidad que tenga y se le confiera. Pero obteniendo un servicio consciente y profesional, tendremos una invalorable herramienta que nos permita el conocimiento del consumidor, por ejemplo.
¿Cómo es la relación con el producto? ¿Qué piensa de él? ¿Cuál es su valoración? Muchísimas preguntas se pueden responder acertadamente de esta manera y hay que saber escuchar, ver y “leer entre líneas”. La interpretación de lo que ocurre es principal, pero las conclusiones a las que se llegue con el estudio, habrán sido comprobadas in situ, por quien o quienes tienen la necesidad de la información recogida, para convertirlas en eficientes “claims” o detallar puntos que de pronto antes eran desconocidos o estaban oscuros.
La investigación cualitativa es lo mejor para complementar una cuantitativa. Recordemos siempre que los números, en ningún caso, reemplazarán a las vivencias personales.
Hay un focus group de “tu producto”, ¿vamos?
Dejar un comentario