Hablar de la Omnicalidad o Omnicanalidad es, el día de hoy, mucho más común de lo que te imaginas. Estamos seguros que en algún momento debes haber visto algún artículo en internet que te habla sobre esta «nueva estrategia», por así decirlo. Y, es que, gracias a los avances tecnológicos y el desarrollo de nuevas tecnologías, la relación entre las empresas y los usuarios ha dado un giro 360. Hoy en día, más que nunca podemos confirmar la importancia de tener distintos canales de comunicación que conecten ambas partes.
A continuación, te presentamos un artículo en el cual entenderás el significado de Omnicalidad, su uso dentro de las empresas, sus ventajas y diferencias.
¿Qué es la Omnicanalidad y para qué sirve?
La Omnicanalidad es la clave para las empresas y la relación con sus clientes. Pero, antes de llegar a ese punto, es importante comenzar desde el principio: la multicanalidad. ¡Atento! no lo confundas con Omnicanalidad. Hasta no hace mucho tiempo en toda empresa de marketing o departamentos de marketing se utilizaba el término «Multicanalidad» con bastante frecuencia. En pocas palabras, cuando hablamos de esto nos referimos a tener varios canales de comunicación a través de los cuales el cliente puede contactarse con la empresa. Sin embargo, hoy en día ya no vale simplemente tener múltiples y variados canales; ahora, la estrategia Multicanal pierde su eficacia si todos no están conectados entre sí.
Ahora que ya tenemos eso en claro, podemos pasar a hablar de Omnicanalidad. Surgió de la necesidad de las empresas de adaptarse al día a día de sus clientes y a su conexión permanente con los dispositivos digitales cargados de información inmediata: smartphones, tables y computadoras. Por ejemplo: pongamos el caso en el que te encuentras de viaje en una excursión de montaña y en el camino tienes un leve accidente el cual te deja heridas en el brazo, ¿qué haces?.
Entonces, ¿qué haríamos en esta situación? Lo primero sería recurrir a la búsqueda orgánica de Google, que de todas maneras te mostrará las farmacias mas cercanas a tu localización, con tan sólo poner en el buscador de Google Maps: «farmacia». Eso es la Omnicanalidad, en resumidas cuentas. Que, de una aplicación como Google Maps, con un simple clic, el usuario pueda llegar a acceder a la tienda online y en adición, se mostrará la ruta que debe recorrer por si quisiera ir a pie. Y, si tenemos suerte, una que otra, cuenta con un increíble «Tap to whatsapp», a través del cual puedes direccionarte automáticamente a un chat en vivo con la empresa.
Con esto, queremos decir es que el cliente hoy en día ya no tiene que pensar en canales. Sólo debe preocuparse en buscar aquel negocio o empresa que esté mas cerca del mismo y, sobre todo, el que mejor le convenga en ese momento. Podrá ver en un sólo espacio: la ubicación, las revisiones de Facebook, entre otros. Todo esto lleva a la consecuencia de que los clientes sean cada vez más exigentes, ya que están más informados, por lo que el momento de decisión de compra o de adquirir un servicio es vital, porque esto fijará si el usuario volverá a acudir a la marca y generarán engagement. Por eso, las empresas deberán ponérselo lo más fácil posible para que, busque lo que busque, y haga como lo haga, lo consiga en el momento.
Las gran ventaja de la Omnicanalidad
La principal ventaja de la Omnicanalidad es la de construir un puente de comunicación con el cliente sin importar el medio por el cual se está intentando conectar con la marca que, en adición, va alineada a la perfección con el objetivo principal de la estrategia. En adición, permite generar una experiencia total e integrada de cara al usuario, destacando el objetivo empresarial de convertir a los clientes en el foco principal de todas las actividades de la compañía.
En pocas palabras, veamos la Omnicanalidad como ese proceso de transformación digital que se centra en el cliente y en los distintos cambios tecnológicos que existen en la sociedad a diario.
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