En una época en que la televisión es a color, las pantallas son planas y el tamaño no para de crecer, el pensar que una vez fue en blanco y negro, con monitores “de cajón” y de pantalla curva, es casi imposible para muchos. Sobre todo para quienes no conocieron la televisión en solo dos colores y escala de grises.
Recuerdo que una vez caminaba por el centro de Lima y en unas galerías comerciales, estaban en exhibición en una tiende, televisores, en blanco y negro, claro. Pero había un letrero que decía: “¡Llegaron los colores!”.
Entré a preguntar y me aseguraron que ahí vendían algo que puesto en el televisor convertía la imagen en una a colores. Quise ver y me mostraron un aparato que tenía sobre la pantalla una especie de filtro transparente, con rayas a colores y cuando lo encendían se veía la imagen de la pantalla a colores: ¡a rayas de colores rojo, verde, amarillo, azul y anaranjado! Era producto de estar viendo una imagen corriente a través del dichoso filtro, que no era otra cosa que una película con colores impresos.
“¿Esto es?” pregunté y me dijo el vendedor que sí, pero que era mientras tanto, y que en un mes les llegarían auténticos televisores americanos, para ver a color, que hasta entonces, me comprara el artículo…
Digamos que ese fue mi primer encuentro con la publicidad directa mentirosa.
Manolo Echegaray.
Dejar un comentario