Cuando se trata de un jingle, ¿qué es lo que viene primero, la letra o la música?
Depende de cada creativo. Aquellos que son redactores y están más acostumbrados a manejar palabras, generalmente preferirán la letra. Pero muchas veces uno tiene una melodía en la cabeza (de pronto una conocida) y crea la letra para ella, haciendo que calce lo más perfectamente posible. Claro que si la música es exacta a la original, habrá que pagar regalías por el uso. De otro modo, el tema musical puede servir de “inspiración” para la letra.
Si el creativo es únicamente músico o si el redactor solo es redactor, se necesitan el uno al otro y de la simbiosis de sus trabajos nacerá el jingle.
Los buenos jingles son escasos, porque aunque parezcan fáciles de elaborar toma tiempo y trabajo lograrlos. Mucho más sencilla se presentan una locución y música aparte, que el todo.
Un jingle debe ser pegadizo, claro y poder decir en muy pocas palabras, mucho. Muchas veces no reparamos y estamos tarareando uno. Ha logrado penetrar en nuestro cerebro y convertirse en recuerdo. Ha logrado su cometido.
Tal vez sea bueno escuchar música escrita con un fin, generalmente cinematográfico, como la de Ennio Morricone o ver esos dibujos animados antiguos, que se llamaban “Merry Melodies”. No son precisamente jingles, pero podemos “ver” cosas, escuchando. En realidad hay muchas formas de “alimentarse” creativamente para hacer jingles, pero de lo que se trata es de no estar desnutridos.
Manolo Echegaray.
Dejar un comentario