Hay tantas cosas que quien trabaja en publicidad solo conoce de oídas porque nunca los usó ni va a usarlos, que se podría hacer una lista inmensa. El título de este post solo menciona tres de ellos que siguen vigentes para los ilustradores, pero que desaparecieron del horizonte diario de una gran mayoría.
La computadora, esa máquina de la actualidad, que es caja de recuerdos es también promotora del olvido.
Definitivamente, para quien tiene años en esta profesión, los cambios son muy grandes y las ausencias muchas. También lo son las simplificaciones: muchas y grandes.
Una pequeña máquina ha reemplazado no solo a mucho (y muchos), sino que ofrece a quienes hacen de la publicidad su día a día, un aliado potente y fenomenal. De más está decir que sin ella, hoy no sería posible lo que es.
Sin embargo es bueno recordar que hasta hace algún tiempo se necesitaban habilidades adicionales, que hoy forman parte de un archivo que se oxida y poco a poco se convierte en historia. Creo que es importante que las nuevas generaciones de publicistas pregunten, tengan curiosidad por saber y no crean ser los inventores de la pólvora. Siempre, en todo lo que hacen, hay algo que de alguna manera, ya se hizo anteriormente. Eso que hoy parece viejo, antes fue novedad y mucho antes aún se inventó o dijo por la primera vez. En verdad, estamos recreando, modificando, adaptando porque prácticamente todo ya se hizo o se dijo. Lo que parece “muerto” está dormido o vive en la memoria.
Manolo Echegaray
4.2.2015.
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