La publicidad no es “para entendidos”. Su misión es comunicar eficientemente, o sea que tiene que ser comprendida por todos. Esto a veces es un problema porque hay que explicar claramente temas que no son muy sencillos. Sin embargo para poder llegar a los diferentes grupos-objetivo que no son homogéneos hay que usar todas las técnicas que les permitan comprender fácilmente.
“Hay que hacer fácil lo difícil” logrando que de esa manera el mensaje llegue a su destino.
Esto que parece tan fácil (valga la redundancia) implica mucho más de lo que a simple vista parece. “Traducir” es algo a lo que uno tiene que acostumbrarse, porque es común que los clientes hablen en lo que se ha dado en llamar “lenguaje de fabricantes” que ellos están acostumbrados a usar y escuchar, pero el consumidor no.
El creativo publicitario es el puente, con servicios de traducción y modificación-construcción incluidos, que permiten que las ideas del cliente pasen hasta el consumidor.
Es el intérprete que transforma las notas de una partitura, con su instrumento, en música que se entiende y disfruta.
Muchas veces no se toma en cuenta el esfuerzo que esto significa, peri es el trabajo que se hace cada día, todos los días.
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