Es verano, hace calor y lo que provoca es tomar un refresco bien frío, una raspadilla o un helado; en realidad, parece que a nadie se le ocurre hablar de publicidad. Sin embargo, detrás de los productos de verano está ella.
Desde el anuncio de diversas bebidas, helados y hasta de raspadillas, la publicidad aprovecha del clima y te recuerda que hace calor y que puedes sentir un poco de “fresco interno”. Como decía el antiguo aviso de prensa de la bebida “Pasteurina”: “El verano esto es bueno… (Y se veía el dibujo de un hombre duchándose), ¡pero esto es mejor! (el mismo hombre tomando Pasteurina “a pico”) y remataba con el tema: “LA DUCHA INTERIOR CON PASTEURINA!”. Aviso ingenuo si se quiere, pero que en el fondo decía lo que se quería oír… y se sentía.
No ha cambiado excesivamente el asunto de la publicidad veraniega, salvo que se ha sofisticado y hoy grandes y provocativas fotografías reemplazan a los dibujos; sin embargo, la promesa sigue siendo que el producto te refresca en verano.
Traigo esto a colación porque se suelen ver los antiguos avisos como algo “passé” y venimos diciendo lo mismo. Es que hay cosas que no cambian. Pueden modernizarse y modificarse un poco, pero el calor del verano sigue siendo calor y para eso, que vengan los consejos…
Manolo Echegaray.
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