Las redes sociales se ven y generalmente se usan como un juego.
Uno donde la curiosidad es el motor y que lleva a husmear en la vida de gente que no conocemos en persona, a buscar fotos divertidas, a opinar sobre un tema cualquiera y a “darle con todo” a los que no nos gustan. No nos estamos dando cuenta que el espíritu lúdico nos lleva a actuar como borregos, renunciando a la individualidad y creyendo escondernos en un dudoso anonimato.
Jugamos a otros juegos, organizados, que las redes mismas proponen, con sistemas de puntos y recompensas. Nos entretenemos en suma y se nos escapa la importancia que las redes tienen como elemento de comunicación.
Las redes sociales se ven y generalmente se usan como un juego.
Uno donde la curiosidad es el motor y que lleva a husmear en la vida de gente que no conocemos en persona, a buscar fotos divertidas, a opinar sobre un tema cualquiera y a “darle con todo” a los que no nos gustan. No nos estamos dando cuenta que el espíritu lúdico nos lleva a actuar como borregos, renunciando a la individualidad y creyendo escondernos en un dudoso anonimato.
Jugamos a otros juegos, organizados, que las redes mismas proponen, con sistemas de puntos y recompensas. Nos entretenemos en suma y se nos escapa la importancia que las redes tienen como elemento de comunicación.
Es cierto que sería estúpido pensar en abolir la diversión y dedicar nuestro tiempo en las redes a sesudos análisis y a sostener discusiones aburridas sobre temas variados.
Ni tanto, ni tan poco.
La potencia de las redes se ve desperdiciada en chismes de farándula y en “likes” sobre la inmortalidad del mosco. Se la malgasta en insultar o zaherir. Cuando se demuestra que hay movimientos de opinión que nacen, crecen y se hacen fuertes en las redes provocando algo nunca visto antes, movilizando a miles es que estamos en los inicios de una verdadera revolución y somos pioneros. Tal vez esto no diga nada sobre todo a los que solo quieren jugar, pero desde la comunicación y la publicidad se está usando este elemento potentísimo como si fuera un pisapapeles.
Mucho se habla de las posibilidades de las redes sociales como un nuevo medio, pero poco se hace por investigar cómo usarlas. Frente a la computadora se prefiere el juego; ese que se practica todos los días y en cada momento libre o comprometido. Jugamos y no nos damos cuenta que haciéndolo nos estamos jugando el futuro y lo más probable es que perdamos.
Manolo Echegaray.
8.1.2015.
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