EL INDISPENSABLE
Es un personaje que siempre está presente y se ofrece para todo. Es bueno para cualquier cosa y siempre dice tener la solución. “Estar dispuesto” parece ser su lema e interviene aunque no lo llamen. Poco a poco hace creer que es un factor necesario, decisivo y que sin él todo marchará cabeza abajo.
Se suele adjudicar el triunfo o parte de él, o hace sentir que sin su participación este hubiese sido imposible.
Lo vamos a encontrar en cualquier entorno de trabajo y si no nos cuidamos, él se atribuirá el éxito.
¿Suena exagerado? Pues no lo es para nada, porque nosotros mismos con nuestra desidia colaboramos a su surgimiento. A veces preferimos “no comprarnos el pleito” y dejamos que “alguien” resuelva. Ese “alguien” es él y está alerta para aprovechar cualquier oportunidad que se presente, por pequeña que sea.
Puede convertirse en el “hombre de confianza” o el empleado más “leal”. Entrecomillo las palabras porque todas estas posiciones son falsas y él solamente busca trepar y acomodarse en un lugar, donde sin tener ninguna responsabilidad real, influya y decida.
Hay que tener cuidado, identificarlo a tiempo y neutralizar su “modus operandi”, que supone, en primer lugar, que asumamos nuestras obligaciones y seamos conscientes de la responsabilidad que tenemos. Recordemos que “el indispensable” estará siempre dispuesto a “ayudarnos”.
Manolo Echegaray.
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