Uno tiene que saber que su trabajo va a ser criticado, porque lo que hace el publicitario profesionalmente está a la vista de todos. No se puede esconder.
Por lo tanto y eso es lo que sucede todo el tiempo, será juzgado y finalmente será la decisión del público o audiencia, la que determine su éxito.
Debemos acostumbrarnos a las críticas, a tenerlas en cuenta y que nos sirvan para mejorar, porque nada se saca con deprimirse o enojarse frente a ellas; no se trata de ignorarlas y seguir adelante sino de corregir los errores que nos estuvieran señalando.
Aceptar las críticas no es sencillo porque supone dejar de lado el orgullo y este normalmente se da cuando creemos que algo está bien hecho, pero sin embargo, el estar bajo la atención de muchas personas tiene que volvernos humildes y receptivos. Debemos saber agradecer cuando nos aplauden y hacerlo cuando nos critican, porque, insisto, esas críticas encierran las fórmulas posibles para la corrección y mejora de nuestro trabajo.
Manolo Echegaray.
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