El confiar en uno mismo es primordial si se quiere llegar a algo. No supone el caminar sin oír nada y estar totalmente convencido que lo que se está haciendo es óptimo, pero si necesitamos creer en nosotros mismos, porque confiamos que nuestra base es sólida y lo son los conocimientos que tenemos.
Confiar en uno mismo significa escuchar y saber elegir. Significa estar cómodo con lo que personalmente se sabe y saber manejarlo. No es vanagloriarse y pensarse infalible, pero sí estar seguro que la ruta seguida es la correcta. Muchas veces se confunde esta autoconfianza y se cree que es la muestra del envanecimiento, pero nada está más lejos. Es simplemente creer y hacerlo en la propia persona, esa de quien sabemos y conocemos todo.
Tenemos que creer que sí podemos y que dificultades y escollos están hechos para ser superados, deben ser los escalones que nos permitan ascender y llegar cada vez más arriba.
Y para que esa confianza en nosotros tenga razón de ser, es necesario que tenga en qué apoyarse porque aquella que es únicamente “porque sí”, no funciona. Tengamos la humildad de preguntarnos a quién le hemos ganado y respondámonos con la verdad. Ese va a ser un aliciente inmenso que nos impulse a mejorar y cuando mejoremos, podremos decir que sí, nos tenemos confianza.
Manolo Echegaray.
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