El viaje que se emprende al crear una campaña publicitaria, un spot o un aviso simple, requiere que nos “ajustemos el cinturón”, porque como en un vuelo, vamos a despegar.
Nuestra creatividad debe volar y llevarnos a ver sitios desconocidos, a descubrir novedades que luego podamos transmitir. El viaje es personal, pero lo que veamos ha de ser transferible. Ya sabemos que tenemos que aprender a contar historias, que se nutren de todo lo que vimos. Sin embargo, tiene que haber algo siempre que nos ate a la realidad, porque si bien construimos con sueños, estos deben tener algo de verdadero. Algo así como nuestro cinturón de seguridad, que impedirá que flotemos sin rumbo. Es muy importante porque de otra manera podemos perdernos en fantasías que no tienen sentido:
Fantasear sí, pero con dirección.
Recordemos siempre que nuestra misión es comunicar y debemos estar seguros de hacerlo correctamente. Para ello nuestro vuelo creativo debe tener un norte y el cinturón de seguridad evitará que nos perdamos. Nunca esperemos que el público interprete: que lea claramente lo que estamos diciendo. Nuestro cinturón de seguridad serán los datos y cifras con que contemos: la realidad, que hará creíble lo que digamos. ¡Volemos creativamente, pero no olvidemos de ajustarnos bien el cinturón! Es de seguridad, recuerden.
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