Los televidentes identifican de inmediato la publicidad y la hacen parte de la programación. Ven programas y ven también… ¡publicidad!
Los comerciales y sus diferentes argumentos forman parte del día a día del público que se entretiene y se informa con la tele. Y precisamente los spots son (o deben ser) un compendio de exactamente eso: información divertida.
La publicidad, que paga por ser emitida, financia la televisión de señal abierta y aquí, en el país lo hace desde el inicio del medio. Por eso es que las tandas comerciales son vistas como algo natural y aceptado. El reto es que el comercial sea algo que verdaderamente llame la atención y no se pierda.
Se tiene que romper esa rutina que convierte a la publicidad en algo que de puro normal, resulta aburrido. Eso, repito, compete a cada spot. Hay que convertir a la publicidad en algo inesperado. En algo que sorprenda al televidente, que logre atraerlo. ¿Es solo un sueño desear que el público QUIERA VER comerciales? Hagamos el sueño realidad; ¡la mesa está servida!
Manolo Echegaray.
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