Es difícil hacerlo, pero necesario porque de los errores se aprende. Y si uno acepta la equivocación, esta valdrá mucho más después. El viejo refrán “gato escaldado no prueba el agua”, nos está diciendo que los errores forman parte importante de nuestra experiencia.
Los creativos, por lo general, son los más reacios a aceptar que se han equivocado. Sucede que llegar a una conclusión implica trabajo y no se quiere desechar, ni el resultado, ni el tiempo empleado en conseguirlo. Además tenemos que contar con el lógico orgullo personal y ceder, cuesta.
Sin embargo hay que ESCUCHAR OTROS ARGUMENTOS sin cerrarse a ellos. La verdad no es patrimonio propio y debemos entender eso. Hablo así, porque en la ristra de años en que he ejercido como creativo publicitario, me he visto en situaciones (muchas) en las que vi que mis “ideas brillantes” no lo eran tanto y había algunas otras que se la llevaban de encuentro o alguna pregunta que me hacía repensar y corregir.
Pasa a todos y sucede a cada rato. Aprendamos a que es positivo y beneficioso aceptar los errores propios. Es la mejor manera de decir que uno está listo para aprender y en publicidad, en realidad en la vida, nunca se deja de aprender.
Manolo Echegaray.
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