Escribir sobre publicidad es hacerlo sobre la vida. Resulta que lo que parecería un monotema es de una variedad impresionante.
Como la vida, la publicidad tiene muchos ángulos, facetas, recovecos y sorpresas. Si uno se da cuenta está inmerso en ella. El símil es bastante trillado, pero la publicidad es como el aire. Su presencia en muchas acciones humanas y la influencia que tiene sobre estas, nos plantea, de primera instancia, que la publicidad debe tener responsabilidad. De otra manera, mensajes que pueden ser inescrupulosos llegarán fácilmente y si hacen efecto, como a veces sucede, causarán mucho daño.
Recordemos que la publicidad recomienda, aconseja y que el consumidor confía.
Escribir sobre publicidad, en el fondo, es hacerlo sobre la condición humana y aunque esto suene pomposo o exagerado, los temas que se tocan atañen a este, a su esencia.
Escribir sobre publicidad es un gusto para mí, porque me permite navegar a mis anchas por un mar inmenso y contar sobre las islas que visité y los continentes hermosos que existen.
Escribo sobre publicidad, con la esperanza de que quienes me lean, tengan curiosidad y a su vez descubran que el océano existe y pueden navegar.
Manolo Echegaray.
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