Las desgracias de la naturaleza que han azotado y azotan nuestro país, en la mayoría de casos son previsibles y suceden desastres por incuria y falta de información.
Esa especie de resignación a que las cosas pasen que hace que el tema se repita cada año, pienso que puede revertirse con una bien pensada y oportuna acción informativa, que use la publicidad como elemento clave.
El ciudadano tiende a olvidar rápidamente luego de sucedido el evento. La vida diaria lo distrae y se olvida… ¡hasta que vuelve a suceder!
Una publicidad sostenida e informativa que acostumbre a cada ciudadano, hasta formar un hábito, a prevenir desastres (sobre todo si son periódicos y previsibles) y tomar las medidas adecuadas, haría una gran diferencia. Y con esto no me refiero únicamente a la comunicación del Estado, sino a la colaboración activa de las marcas y empresas que forman parte del tejido de nuestra sociedad.
Habría que llamar la atención de la ANDA, por ejemplo, o la APAP y en conjunto atacar lo que es un problema nacional.
Instituciones de mercado, productos y marcas deberían lograr consumidores informados para evitar los riesgos climáticos nacionales.
Soy un convencido que la publicidad tiene mucho que aportar.
Manolo Echegaray.
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