Era un de los trabajos que con mayor gusto dejaba en mis clases de creatividad en el IPP: La Piedra Mascota. Un verdadero reto creativo para quienes estudiaban publicidad. Por supuesto que anunciaba que no era una invención mía y que era un producto que tuvo gran auge en los Estados Unidos.
En Facebook, un ex alumno me pasó la voz y decía: “¡Mira lo que encontré…!” y adjuntaba una noticia sobre el fallecimiento del creador del “Pet Rock” en USA.
Gary Dahl, el inventor, había muerto hace un par de semanas a los 78 años.
Fue a mediados de los ´70, cuando era un redactor freelance casi desempleado (confesaba que era la mejor manera de morirse de hambre), en un bar en Los Gatos, California, conversaba sobre las mascotas y las dificultades y problemas que traía tener una; como alimentarla, cuidarla, limpiar sus necesidades, etc. De pronto se le ocurrió una idea luminosa y dijo que él tenía una piedra como mascota y ninguno de esos problemas.
Puso en práctica su idea y nació así una de las más extrañas y populares mascotas que se vio nunca. “Empacamos un poco de sentido del humor y la piedra mascota nos lleva en un viaje de verdadera fantasía” dijo en 1978.
Dahl vendió 1.5 millones de estas y se volvió millonario.
Trabajar con una idea extraña y alrededor de esta, como convertir en mascota y en millonaria tendencia a simples piedras, es un verdadero y delicioso reto.
Gary Dahl empezó con una idea loca y primero desarrolló un manual de cuidados de la extraña mascota, para después llevar a cabo algo que ahora puede parecernos una tontería y volverse millonario: ¡pura creatividad!
Él era publicitario y este es un buen ejemplo de cómo se pueden, literalmente, vender… ¡piedras!
Manolo Echegaray.
Dejar un comentario