Enver, cuéntanos acerca de tu formación y sobre tu perfil profesional
Soy egresado del IPP de la promoción 1999-2 de Comunicación Audiovisual Publicitaria. Tengo sensibilidad cinematográfica para contar historias en todas las plataformas digitales y TV, además con experiencia en Mapping & Vj, que lo complemento ahora con el nuevo lenguaje de transmisión en vivo. Soy Director representado por Plan B / Town House (Inhouse de Circus) Oh Margoth / The Broder / Bengala INC / La Tribu / Mayo FCB / Grado8/
Mi empresa, The Broder nace bajo el concepto del sello de un artista. De una forma simple muestra la hermandad y la calidad del talento del barrio, que resalta no solo por su naturaleza humana y sencilla, sino por la calidad de su trabajo.
¿Nos puedes mencionar algunos de los clientes con los que has trabajado?
Sí claro, he hecho proyectos para Coca-Cola, BCP, Bonus, Senati, Ripley, Oechsle, Sodimac Home Center y Constructor. También, para BBVA, Entel, FOX Latinoamerica, PROMPERÚ, Huawei, Petroperu, JICA, La Positiva, Laive, Artesco, Movistar, entre otros.
¿Qué recuerdas de tu época como estudiante en el IPP?
Profesores que me marcaron como alumno y que realmente me siento feliz de haber pasado por ellos. Una fue la profesora Baraybar, de historia del cine y teoría de la comunicación audiovisual que realmente la profesora era una erudita, igual que el profesor Fernandez, que era su esposo, también un erudito. Te podías quedar escuchándolos y de pronto decir: “qué, ¿ya se acabó la clase?” y ni cuenta del pasar del tiempo, de lo pegado que estabas atendiendo. Igual en fotografía, que es otra de mis pasiones, con el profesor Casalino. Otro profesor increíble, Manuel Jiménez, que era el Director de la carrera. Siempre me motivaba para hacer diferentes cosas. Su hijo Martín, también excelente como profesor. Mira, yo siento que la mano e influencia de Manuel Jiménez me marcó a través de los encuadres y de cómo tener un lenguaje visual. Aparte que soy director, también he sido editor por muchos años. Y en edición realmente me sirvió, porque me enseñó a simplificar una acción, para poder contar en una pieza de 20, 30 ó 45 segundos un concepto en una toma de dos segundos, porque si no tienes eso, no tienes esa continuidad que tanto él decía: “continuidad, continuidad, continuidad” y te quedas en el aire. He visto otros profesionales que sudan frío, porque no llegan a hacer ese empalme de la continuidad.
Igual el popular Juanito, que sigue después de tantos años, por ejemplo. Le debo tantas cosas a mis mentores. Juan te desconectaba todas las cosas de atrás y te dejaba la isla de edición sin ni un cable conectado. “Todo lo que entra tiene que salir” nos decíamos bromeando. Eso a mí me ha servido, créeme, no solamente para conectar una isla de edición sino en la vida.
Quieras o no, al final tienes un razonamiento que te sirve, para tu carrera y para la vida. Igual el entendimiento a través de la apreciación musical o del sonido, de la técnica del profesor Sandro Rossi, por ejemplo. Era un maestro, pero más que un maestro te trataba como si fuera un padre y te guiaba dentro de lo que tú sabías hacer. Más que darte conocimiento, siento que te forman para poder afrontar cualquier tipo de situación profesional, creo que ahí está el camino que tiene el IPP. Y ese valor agregado lo sientes ya cuando estás más grande y te das cuenta.
¿Porqué recomendarías a un alumno que esté interesado en estudiar Comunicación Audiovisual, optar por la decisión de estudiar en el IPP?
Por la formación que te dan. O sea, es el ADN que tiene el IPP. No solamente porque te dan el conocimiento, sino que los profesionales que están en el IPP te ayudan en tu formación, te ayudan en tu perfil y como profesional. Después, realmente cuando esté en tu ADN, en el momento que lo necesitas, lo sacas y lo sacas naturalmente como un valor diferencial. Es el ADN que te inyectan, desde que estás en el primer ciclo, te preparan para el ruedo. En otras palabras, te preparan para los problemas. Las universidades están muy bien y también te dan este test de práctica y todo eso, pero el conocimiento y el core del asunto, en el ADN del IPP, te prepara para los problemas desde el primer día con esa rigurosidad de la cancha. Te prepara para las partes difíciles.
¿Cómo cambiar la perspectiva de algunos padres, en la que si entras a un instituto llevarás un ritmo distinto al de una universidad?
Es intenso, es intenso realmente, yo vivía para estudiar. No tenía tiempo de ninguna otra cosa. ¿Por qué? Porque tenía un profesor que me mandaba a hacer una campaña, el otro profesor que me mandaba a hacer fotos, el otro profesor a crear un corto, un documental y más aún, leer, leer, leer este libro. Una tras otra y paralelamente, como en la vida real.
Hemos tenido profesores de teatro, para saber movernos dentro de un espacio. También tienes que ver películas y tienes que dar una sinopsis de las películas. Realmente es presentar una campaña y no es crear una idea loca, tiene que estar sustentada e idealmente de manera científica.
Al final lo que nosotros hacemos es vender una idea, y ¿qué puede ser más difícil que vender una idea? Lo más fácil es vender un producto o un servicio, pero vender una idea es todo un reto. Vas a estar continuamente presionado de una manera buena, no de una manera negativa, de una manera buena para que te salgan las cosas bien. Y si no te gusta, es porque no le has dado esa vuelta más a la tuerca, porque tú puedes tener una idea bien hecha. Y la podrías presentar así, hasta que ya tienes la idea bien resuelta, la campaña perfecta. Esa formación, sin querer, a mí ahora me sirve todo el tiempo. Ahora la necesito porque como tú sabrás, una agencia licita con tres o cuatro personas, con tres o cuatro directores. Cada uno tiene ideas diferentes de cómo afrontar este proceso. Si yo no hubiera tenido la formación que he tenido en el IPP, no podría tener esa resiliencia.
Y realmente sí te toca, yo le contaría a un papá que, en el IPP su hijo va a estar constantemente retado a que mejore, a que tenga esa resiliencia en la vida, para poder seguir adelante con algo tan difícil.
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