En la actualidad, el marketing es una de las principales actividades y estrategias de comunicación comercial a la que mayor inversión le han dedicado muchas empresas a nivel mundial. En estos tiempos el marketing se ha centrado en el manejo cuidadoso de la relación entre el cliente y las empresas, por lo que disponer de información sobre los clientes, sus características, necesidades y preferencias es fundamental para el éxito de las empresas y los que toman las decisiones.
Respecto a la moda, en países como Italia, la moda, más precisamente en Milan, representa el segundo sector de producción del país, por tanto, uno de los elementos que más marketing ha requerido y lo sigue haciendo. Los italianos se definen como buenos creadores o empresarios, esto sumado a la importancia que le otorgan en su cultura a los valores estéticos, técnicos, artísticos y artesanales, el resultado ha sido, a los largo de los años, un producto de moda de alta calidad que puede competir en mercados internacionales. Pero esto no sería posible, desde luego, sin el marketing.
El marketing ha permitido que la moda italiana, o el sistema de la moda, que inicialmente consistía en la estructura de producción que combina artesanía con sofisticación técnica, sea más visible al mundo. La moda es un producto, y como tal, hay que venderlo. Estos productos, gracias al marketing, han logrado tener éxito en todo el mundo, debido a que se les ve como algo diferente, además del valor añadido de estos, que va desde la calidad, el diseño y los acabados.
La moda italiana es un boom, sin dudarlo. El “made in Italy” tiene marcas que la respaldan, tales como Versace, Armani, Moschino, Prada o Dolce & Gabbana, entre otras, cada una con un equipo de marketing que sabe y conoce a sus consumidores. ¿Cómo lo logró? La industria de la moda italiana ha sabido responder a las necesidades de consumo de moda, a partir de la creación de un marketing del deseo que ofrece productos para todos los públicos.
Este marketing del deseo, como lo llamaremos, responde a la creación de una identidad propia y única. El marketing genera la idea importante que significa vestirse con marcas con historias glamourosas o con el afamado diseñador que está detrás de algunas creaciones. El empleo de la imaginación sobre la ropa, en cierto punto, pasa a un segundo plano. Muchas de estas marcas construyen su éxito basándose en una comunicación publicitaria provocativa, seductora, estimulante, irónica, que llega, incluso, hasta la crítica.
La moda hoy en día se entiende como un concepto novedoso. Las prendas de vestir nacen con la necesidad de abrigarse, y ahora son un modo de diferenciarse entre sectores, gustos y clases sociales, aunque todavía ambas concepciones coexistan. La moda es un fenómeno que mueve millones de euros cada año. En este entorno globalizado y en constante cambio, en donde no son las empresas quienes marcan las pautas de la moda, sino que cada vez más son los clientes quienes lo hacen, el marketing busca satisfacer las necesidades de los compradores con una estrategia sólida.
El marketing ayuda a que que frente a las nuevas tecnologías, el comprador no solo encuentre un productos, sino que disfrute de la experiencia de la compra. Por ello, las marcas están obligadas a utilizar todos los recursos a su alcance para mantenerse y crecer en esta industria tan competitiva y con marcas muy posicionadas.
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