El creativo publicitario no puede vivir dentro de una burbuja aislándose da la realidad. Serlo, es vivir en contacto permanente con todos y con todo, participar, observar…
Hacer colas, mezclarse con la gente, acudir a mercados, saber cómo hablan otros, interesarse por las historias que parecen pequeñas…
Muchas veces parece que vivieran en un ambiente impoluto donde todo es perfecto y políticamente correcto; un ambiente que nadie, solo ellos, reconoce, con el problema que trae el ser comunicador.
¿Cómo comunicar lo que uno no sabe? ¿Cómo decirle a nadie aquello en lo que se es ignorante? Tal vez debiera haber un curso de “realidad real” donde se aprenda a aterrizar y no a vivir volando, porque es la única manera que tiene la publicidad de “llegar”
La vida verdadera da mil oportunidades para aprender, ejercitarse y después aplicar lo aprendido. No desechemos los instantes que se presentan de conocer, saber, observar, escuchar. Descubriremos que el mundo es muchísimo más grande que la aburrida burbuja a la que nos acostumbramos.
Se necesita vivir fuera de la burbuja para ser creativo publicitario, porque el oficio de soñar nunca se aprende dentro de una.
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